domingo, 19 de julio de 2009

¿Sentiste alguna vez, lo que es, tener el corazón roto?

Una vez más, el motivo por el cual yo estoy escribiendo, es la tristeza, o la depresión, no se.
Ya no se que es lo estoy sintiendo, no puedo identificar esta sensación, no logro distinguir el sentimiento qe me invade. Lo único que puedo decir, es qe no me gusta. No quiero sentirme así.
Por momentos me parece que es tristeza o dolor, pero me doy cuenta que esos sentimientos me acompañan siempre, sólo que a veces es menor la percepción que tengo de ellos. Entonces, si no es tristeza ni dolor, es soledad. Tampoco. Sola no estoy, aunque a veces así me siento. La soledad es relativa, uno puede estar acompañado y sin embargo estar solo. Aunque asi me sienta ahora, no es soledad, por lo menos no es solo eso. Ahora, si no es ni tristeza, ni dolor, ni soledad, ¿qué se supone que es? Aun no lo se, solo puedo decir que no me agrada.

Creo que sólo me puede entender aquel que lo halla sentido alguna vez.

A veces, me pasa que estoy riendo, o charlando normalmente y de repente siento como una angustia sube por mi esofago y pretende salir en forma de llanto, un llanto totalmente incontrolable, un llanto que intenta apoderarse de mi y de todas mis capacidades, tanto motoras como intelectuales, logrando obtener el control de la mayoria de ellas. Posteriormente aparece la famosa opresión en el pecho que no te deja respirar, la sensación del corazón (o lo que queda de él) estrujandose adentro mio, como si alguien o algo estuviera tratando de exprimirlo hasta despojarlo completamente de su escencia. Después de todas esas sensaciones que me invanden lentamente (tan lenta que los segundo duran años) ahí es cuando reacciona la mente, cuando intenta dominar el cuerpo y, aunque sepa que no puede, el alma. Ese es el momento en el que intento focalizarme en algo, lo que sea, para sacar de mi esa sensación tan horrible que me está invadiendo. Muchas veces logro dominarme, pero sólo dura un instante. El mismo instante que tarda el dolor en dejar escapar su veneno. El veneno que recorre mis venas hasta esparcirse por todo mi cuerpo, logrando inmovilizar cada parte de él.
Aunque mi cuerpo no responda, mi mente todavia se encuentra activa, ella sigue pensando, luchando para escaparse de esa "percepción" que están sintiendo mi alma y mi cuerpo. Intenta por todos los medios ganarle a ese "dolor", por llamarlo de alguna manera, que me está dejando sin vida, aunque permanezca respirando. Pronto comienzo a sentir la tensión de esa lucha constante entre mi mente, lo que queda de mi corazón y mis emociones. El corazón no resiste, ahora la lucha es sólo entre mi mente y ese sentimiento tan indeseable.
Sin darme cuenta la tensión sede. Los dolores van cesando. Mis músculos (incluido el corazón) se relajan, se adormecen, como si una droga potente hubiera neutralizado todos los dolores. El sufrimiento se detiene, todo cambia de color. Siento estar flotando en una nube, volando. Ya no hay más tristeza, ni angustia, ni soledad, nada. De golpe siento alegria, felicidad. Mi vida comienza a estar tomando forma, comienza a resolverse. Todos los problemas desaparecen, ya no extraño a nadie, todos están conmigo, mis proyectos vuelven a ponerse en marcha. Me siento COMPLETAMENTE feliz... Es ahí cuando me quedo DORMIDA.
Sólo al despertar me voy a dar cuenta que esa FELICIDAD, era un sueño nada más.

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